Vaya costumbre la nuestra de
comparar con animales nuestras peores conductas, nuestra ignorancia o
equivocaciones, y si vamos a hablar de
fidelidad el reino entero sirve para descalificarla.
Kiara: Bella, grande, llama la
atención por donde pasa, atlética y esbelta para su edad y su estatura, feliz y
segura en su hogar, ama sin restricciones a Camilo.
Camilo: Inteligente, rebelde,
buscador de aventuras y de sueños, también ama a Kiara.
Un día el destino marco un rumbo
diferente para cada uno, en una afortunada decisión para el futuro de Camilo,
tuvo que renunciar a su amor por Kiara, la dejó seguro de que ambos estarían
bien. Kiara tal vez no comprendía totalmente
lo que pasaba (mucha animal!) pensó seguro que se trataba de un tiempo corto, y
esperó… varios días, varios meses y como seguía sin entender la ausencia de
Camilo, decidió salir a buscarlo, no sabía exactamente donde, solo sabía que lo
encontraría.
Caminó sin parar, quería volver a
sentirse feliz, segura y protegida a su lado, sin rumbo marcado, con el anhelo
de su vida de antes, recorrió las calles que frecuentaban y un día vencida por
la sed, el hambre, el cansancio y una pierna rota, se rindió ante un sueño
profundo, del cual despertó como en sus sueños al lado de Camilo.
Hoy están juntos otra vez Camilo
y Kiara – "La Chica Rosada", ella no cabe de la dicha y él entiende que es un
amor puro y fiel, del cual nunca volverá a separarse.
Kiara es una hermosa bull terrier
y Camilo un apuesto psicólogo y profesor, que encontró en una perra un ejemplo
de fidelidad, contrario a lo que siempre pensamos de las perras cuando las
comparamos con nuestra raza.
Es una historia conmovedora y real que hace rato
estaba que contaba. Es una historia de
amor que me puso a reflexionar sobre lo equivocados que vivimos subestimando a
los animales.
“Hasta que no hayas amado a un animal,
parte de tu alma estará dormida”
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